Foto: Ana Gabo. Ed. video: Lola Perla
Desde las epistemologías feministas se reconoce la experiencia y el sentir como fuente de saber intuitivo o brujeril.
Muchas de las creaciones performáticas surgen de esa sexualidad salvaje en la que la cultura de la violación se sostiene y perpetua a través del incesto o tener sexo entre familiares.
Siento y pienso que la invasión colonial sexual, que implicó para nuestras abuelas, nuestras madres y para muchas de nosotras una o varias violaciones sexuales desde la infancia, desvirtuó el acercamiento corporal-sexual a nuestro territorio-cuerpo, construyendo por ejemplo, el desnudo como algo indeseable, ajeno, pecaminoso, vergonzoso.
Realizo obras sexuales en las que tomo el poder sobre mi cuerpo y elijo qué hacer, cómo hacerlo, con quiénes, en dónde, para qué, cuánto tiempo, en qué lugar y cuándo termina, opciones que son robadas en la infancia y a otras edades.